La biorresonancia se basa en el principio de que todo tiene su propia frecuencia. Para explicarlo simplemente, tomemos el ejemplo de varios diapasones: cuando un diapasón vibra, esto provoca la vibración del diapasón que vibra a la misma frecuencia que él. Otros diapasones no vibran porque no tienen la misma frecuencia.
Si ampliamos este concepto a las células del cuerpo, admitimos que cada célula tiene su propia frecuencia y que basta con enviar esta frecuencia al cuerpo para que las células afectadas por esta frecuencia se activen.
Una célula no está aislada: se comunica con las demás células del organismo, como demostró el profesor Popp en los años 1970 gracias a la propagación de "biofotones", portadores de energía y de información. ¡Cuando la comunicación es buena, el bienestar se afianza!
La biorresonancia es un método refinado, tanto específico como global, para actuar sobre el nivel energético de las células, su buena comunicación entre sí y la optimización de todos los procesos metabólicos del organismo.
La biorresonancia cubre todas las frecuencias posibles. Con el equipo ZV2, este amplio espectro de frecuencia se transmite mediante los campos magnéticos del equipo o la fototerapia. Líder francés en biorresonancia, el ZV2 es el equipo más eficiente hasta la fecha.