Los campos magnéticos son esenciales para la vida en la Tierra: vivimos en un campo magnético natural situado entre 32 µT en el ecuador y alrededor de 90 µT en el Polo Norte. En Francia, nuestro campo magnético es de 47 µT. Su acción es fundamental para la constitución de la estructura ósea, cartílago y todos los órganos o sistemas activos de nuestro cuerpo: digestivo, neurológico, vascular, inmunológico, etc.
Otro biomagnetismo del que dependemos es el calor y la luz solar: son campos electromagnéticos naturales de muy alta frecuencia. El calor del sol es necesario para regular la temperatura de la tierra y su luz, además de iluminarnos, actúa sobre la producción de vitaminas esenciales para la síntesis ósea (vitamina D), sobre la producción de hormonas y neurotransmisores.
Desde principios del siglo XX, los investigadores reprodujeron artificialmente estos campos magnéticos y demostraron que su acción podía tener un efecto positivo en el organismo.
Por tanto, el atractivo de esta tecnología no es nuevo. ¡Pero lo que sí es la seguridad total del equipo ZV2! De hecho, ZV2 reproduce el campo magnético natural de la Tierra. Sobre la alfombra, los campos magnéticos emitidos oscilan entre el 1% y el 80% del campo magnético de la Tierra. Sin ir más allá de lo que la naturaleza ofrece naturalmente, ¡sin contraindicaciones ni efectos secundarios!